Son muchos los pacientes que acuden a nuestra consulta por
traumatismos en las uñas.
Pueden ser por acción directa de un objeto en la uña (como en
muchas profesiones que transportan grandes cargas), como por microtraumatismos
repetitivos, en los que el paciente no es consciente del daño que se produce
(como el caso de corredores de larga distancia).
En los traumatismos de acción directa es importante en algunas
profesiones, llevar calzado de seguridad con puntera de acero incorporada;
aunque producen en muchos casos atrofia ungueal, con ellos puedes evitar golpes
directos, fracturas y posibles amputaciones en los dedos.
Cuando solucionamos los traumatismos en la uña, ésta puede no verse afectada, creciendo con
normalidad, o puede crecer atrófica. En este caso, se ve afectada la matriz
ungueal y por lo tanto es importante acudir al podólogo/a para realizar una
quiropodia (corte y fresado de las uñas), ya que crecen engrosadas e igualmente parte
de ella crece despegada del lecho (onicolisis) y puede precisar una limpieza
especial, que el propio paciente no puede realizar.